Cuando pensamos en dulces cubanos una de las primeras delicias que nos viene a la mente son los Pastelitos. Estos están presentes en la vida cotidiana de un cubano y los podemos encontrar en casi todas las cafeterías de la Isla, entre las ofertas de los vendedores ambulantes y en todas las fiestas de cumpleaños.
Los Pastelitos son elaborados con masa de hojaldre y pueden tener diferentes rellenos tanto dulces como salados. Entre los rellenos más populares están el dulce de coco, la piña, la carne molida, el jamón y por supuesto el más legendario, la guayaba.
¿Y que puede haber más delicioso que un Pastelito de Guayaba? Un Pastelito de Guayaba y Queso!! El contraste de dulce y salado que nos aporta esta combinación es adictiva y una vez que lo probamos no querremos dejar de comerlos nunca más.
Actualmente la fama de los Pastelitos ha trascendido las fronteras cubanas y los podemos encontrar en diversas partes del mundo, principalmente en cafeterías y restaurantes latinos y en la Florida los venden incluso en los supermercados.
A pesar de que donde vivo los puedo comprar fácilmente yo prefiero hacerlos en casa porque son mucho más ricos y se mantienen crujientes por más tiempo. Además los ingredientes para esta receta son fáciles de conseguir, es mucho más barato hacerlos que comprarlos y el olor a pasteles recién horneados que inunda la casa es mágico.
La masa de hojaldre que uso para mi receta es congelada y se puede comprar en casi cualquier supermercado. En Estados Unidos la podemos encontrar con el nombre de Puff Pastry en la sección de postres congelados. Si lo deseas también puedes hacer tu propia masa de hojaldre. El hojaldre es de las pocas cosas que prefiero comprar y no hacerla yo misma porque aunque no es difícil si es muy trabajosa y consume bastante tiempo y la que podemos comprar tienen tan buena calidad que en este caso prefiero hacer la excepción.
Para el relleno utilizaremos queso crema y dulce de guayaba en barra. En caso de no encontrar la guayaba en barra podemos sustituirla por mermelada de guayaba la cual espesaremos con un poco de maicena.
Aunque la forma clásica de los Pastelitos es un triángulo también podemos darle forma cuadrada, redonda o hacer cangrejitos (parecidos al cruasán). Muchas veces la forma nos ayuda a saber cuál es el relleno del pastel. Por ejemplo los triangulares suelen ser de guayaba, los cuadrados o rectangulares de coco y los redondos de carne.
El tamaño del pastel también varía en dependencia de los gustos o del uso que le daremos. Para hacer un pastel clásico de los que suelen venderse en las cafeterías cortaremos la masa en cuadrados de aproximadamente 4 pulgadas. Si queremos hacerlos un poco más pequeños para acompañar con café o bien pequeñitos para cumpleaños podremos sacar de la misma masa entre 9 y 12 pasteles.
Otro factor importante a tener en cuenta es que la masa de hojaldre siempre debe estar fría. Debemos descongelar las láminas de hojaldre siguiendo las instrucciones del fabricante y en caso de no utilizarla inmediatamente la mantendremos en el refrigerador hasta el momento de preparar nuestro dulce. Una vez preparados los pasteles, antes de meterlos al horno es recomendable llevarlos al refrigerador por alrededor de 30 minutos para que la masa recupere el frío que ha perdido debido a la manipulación y nos quede más crujiente al hornearla.
Si nos gusta disfrutar de unos ricos Pastelitos para desayunar pero no queremos madrugar podemos prepararlos la noche anterior siguiendo las instrucciones hasta el paso número 11 y los dejamos en el refrigerador toda la noche. En la mañana nada más despertarnos ponemos a precalentar nuestro horno a 180 °C o 350 °F, sacamos nuestros pastelitos del refrigerador, los cubrimos con huevo batido y metemos al horno. En aproximadamente 25 minutos tendremos unos ricos pasteles recién horneados para acompañar nuestro café.
Si como yo te gusta planear con antelación te encantará saber que estos Pastelitos también podemos congelarlos. Para ello de igual manera seguiremos las instrucciones hasta el paso número 11 y los congelaremos por hasta 6 meses. Los podemos congelar en bandejas para horno, bandejas de aluminio desechables o zip lock bags, lo importante es que estén bien envueltos para protegerlos del frío y no se quemen ni adquieran un mal sabor por absorber los olores del congelador. Cuando estemos listos para consumirlos podemos proceder de dos formas. La primera sería pasarlos del congelador al refrigerador la noche anterior, los colocamos en las bandejas para hornear, cubrimos con huevo batido y continuamos con los siguientes pasos de la receta. La segunda sería hornearlos congelados para lo cual seguiremos los mismos pasos solo que necesitarán alrededor de 10 minutos adicionales en el horno. Te sorprenderá lo ricos y frescos que saben estos pasteles congelados y no notarás la diferencia entre los que han sido congelados y los que no.
Patelitos de Guayaba y Queso
Ingredients
- 1 paquete de masa de hojaldre (490 g) Incluye dos láminas
- 1 paquete de queso crema (226g)
- 1 paquete de pasta de guayaba (396g)
- 1 huevo batido
- 1/4 taza de azúcar
- 1/4 taza de agua
Instructions
- Descongelamos la masa de hojaldre siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Cortamos la barra de guayaba y el queso crema en trocitos de aproximadamente una pulgada.
- Cubrimos con un poco de harina la superficie de trabajo y con ayuda de un rodillo estiramos las láminas de hojaldre.
- Con un corta pastas o un cuchillo cortamos la masa para formar 9 cuadrados.
- En la mitad inferior derecha de cada cuadrado colocaremos un trocito de guayaba y uno de queso.
- Batimos el huevo y con este cubrimos todos los bordes de cada cuadrado.
- Doblamos la masa sobre sí misma para formar un triángulo.
- Con las manos o con un tenedor presionamos bien los bordes para que quede bien cerrado.
- Pinchamos la superficie de cada triángulo con un tenedor para que escape el vapor durante el horneado.
- Colocamos en dos bandejas cubiertas con un tapete de silicona para hornear o con papel para horno.
- Cubrimos con nylon de cocina o papel de aluminio y refrigeramos por un mínimo de 30 minutos.
- Precalentamos el horno a 180 °C / 350 °F
- Retiramos del refrigerador y cubrimos toda la superficie de los pasteles con huevo batido.
- Horneamos durante 25 minutos o hasta que la superficie esté bien dorada.
- En un cazo pequeño mezclamos ¼ de taza de azúcar y ¼ de taza de agua, llevamos al fuego sin dejar de remover hasta que el azúcar se haya integrado completamente y obtengamos un almíbar ligero.
- Una vez saquemos los pasteles del horno bañamos con el almíbar y dejamos reposar por 5 minutos.
Que recuerdos me trae esta receta. Gracias por compartirla 🙂