Las ollas de cocción lenta (slow cooker, crock pot) son un descubrimiento relativamente reciente para mí. La adquisición de esta olla formó parte de mis estrategias para ahorrar tiempo luego de que naciera mi bebé y nunca imaginé que llegaría a convertirse en un imprescindible en mi cocina. Aunque sabía de su existencia nunca llamaron demasiado mi atención porque antes de convertirme en madre no me preocupaba por ahorrar tiempo en la cocina, de hecho disfrutaba preparando recetas largas y complicadas. Por otra parte pensaba que su uso era limitado y solo podría preparar en ella unas pocas recetas tales como guisos de carne. Actualmente vivo enamorada de mi slow cooker y es por eso que quiero compartir todas las ventajas que la convirtieron en un imprescindible en mi cocina.
Las 6 razones principales por las que a mi criterio todos debemos tener una de estas ollas en nuestra vida son:
- Puedes preparar más recetas de las que imaginas. Muchas personas piensan que en las ollas de cocción lenta solo se pueden preparar carnes asadas y otros guisos pero la realidad es que en ella podemos preparar gran variedad de platos. A excepción de algunos ingredientes que no resisten bien la cocción prolongada a bajas temperaturas, casi cualquier receta puede ser modificada para cocinarla en una de estas ollas.
- Tiempo. El ahorro de tiempo es una de las ventajas principales de estas ollas. Puedes poner todos los ingredientes que requiere la receta, programarla y olvidarte de la cena por varias horas.
- Ahorro en las compras. El proceso de cocción lento a baja temperatura hace que los cortes de carne más económicos queden tiernos y jugosos. Esta carne cocinada mediante otros métodos quedaría dura, pero en la olla de cocción lenta obtendremos un plato suave y lleno de sabor.
- Ahorro de energía eléctrica. Muchas recetas que tradicionalmente hacemos en el horno pueden ser preparadas en la olla de cocción lenta. Esta ahorra electricidad significativamente en comparación con el horno, además de que no emite calor por lo que en verano no tendrá que trabajar de más nuestro aire acondicionado para mantener la casa a una temperatura agradable.
- Preserva los nutrientes. La cocción a baja temperatura hace que los alimentos conserven mayor cantidad de nutrientes, parte de los cuales se perderían si los sometemos a temperaturas más elevadas.
- Son reconfortantes. ¿Se te ocurre una sensación más agradable que llegar a casa, luego de un largo día, y ser recibido por un delicioso olor a comida recién preparada? Esta sola razón es más que suficiente para amar a nuestra olla de cocción lenta.
